Instituto Sin Fronteras: Proyecto de Reflexion

 Como parte de mi clase de Instituto sin fronteras de La Iglesia de Jesucristo De los Santos de los Ultimos Días, tuve que escribir un proyecto, si bien escribí muchísimo hoy solo compartiré más sobre el primer acontecimiento de la vida de Jesucristo en la Tierra, Su nacimiento.

Pensar cada semana en Jesucristo, en como escribir sobre El, me hizo escuchar mas atentamente a mi Instructor y compañeros. Me di cuenta que la experiencia que cada uno llegue a tener sobre Jesucristo, sus sentimientos, “testimonios” podríamos llamarlos, son totalmente personales. De este curso me llevo la experiencia de haber estudiado y aprendido mas sobre Jesucristo y el Evangelio Sempiterno un unión al testimonio y experiencias enriquecedoras de mi Instructor y compañeros, con quienes me reuní virtualmente por 14 semanas a compartir y aprender.


Es por la razón de creer que lo que no une a Jesucristo es una experiencia personal, que pregunté a varios miembros de mi familia: Qué es lo que más llama tu atención sobre la vida de Jesucristo? Si estuvieras ahora hablando conmigo y te hiciera esa misma pregunta, cuál sería tu respuesta? Qué enseñanza, obra, etc. viene a tu mente?

 

Pregunté por separado a varias personas la misma pregunta, pensé que la mayoría me diría mas o menos lo mismo, pero fueron por lo contrario respuestas muy diferentes entre sí.


De este curso me llevo en mi corazón cada relato y escritura que leímos. Personalmente siempre me llamó la atención el nacimiento del Salvador. Aun desde antes de nacer Jesucristo fue cuidado y luego confiado al vientre de Su madre Maria. Aún María había sido elegida antes de nacer para ser la madre de Jesucristo, el Salvador, y aún profetas hablaron de ella en las escrituras. Leemos en Alma 7:10


10 Y he aquí, nacerá de María, en Jerusalén, que es la tierra de nuestros antepasados, y siendo ella virgen, un vaso precioso y escogido, a quien se hará sombra y concebirá por el poder del Espíritu Santo, dará a luz un hijo, sí, aun el Hijo de Dios.


Bruce R McConkie dijo:


El élder Bruce R. McConkie (1915–1985), del Cuórum de los Doce Apóstoles, ha escrito: “¿Podemos engrandecer en demasía a aquella a quien el Señor ha bendecido por sobre todas las mujeres? Solo hubo un Cristo, y solo hay una María. Cada uno de ellos fue noble y grande en [la existencia preterrenal], y cada uno fue preordenado al ministerio que llevó a cabo. No podemos dejar de pensar que el Padre escogió al mejor espíritu femenino para que fuera la madre de Su Hijo, así como eligió al espíritu masculino que era semejante a Él para que fuese el Salvador… Debemos… respetar a María con la debida estima que se merece”


Cuando el ángel Gabriel visita a María para anunciarle que quedaría embarazada y que su hijo se llamaría Jesucristo, hacia ya 6 meses que su prima Elizabeth estaba embarazada esperando a su hijo Juan el Bautista. Leemos en Lucas 1 que María va a visitar a su prima luego de haber sido visitada por el ángel Gabriel. Esta parte del relato de la vida de Jesucristo siempre me pareció importante. Pensando en los sentimientos de María en ese momento pienso también en qué hacemos nosotros cuando algo sorprendente nos pasa o algo que nos asusta o desafía: a quién recurrimos? Pienso que la mayoría iríamos a alguien querido, de nuestra confianza a buscar apoyo o un oído comprensivo. Alguien que seguramente pudiera entendernos sin juzgarnos.  Eso fue lo que Maria hizo según leemos en Lucas. Ella fue a ver a su prima, alguien que también había quedado embarazada de una manera diferente pero milagrosa y a quien también el angel Gabriel había anunciado su embarazo. Alguien que estaba pasando algo similar aunque no idéntico. Maria sabía que en su prima Elizabeth iba a encontrar empatía, entendimiento y compasión algo tan necesario para una madre primeriza. El Padre Celestial en Su amor se aseguró de que Maria tuviera contención en ese momento especial de su vida. 

Creo que el cuidado de Jesús comenzó de esta manera, antes de nacer y continuó con el cuidado de aquella mujer que sería Su madre y encargada de traerlo al mundo en compañía de buenas personas y un buen hombre como José.


José también fue alguien importante en la historia de Cristo, fue el compañero y esposo de María. Fue escogido para ser el Padre terrenal de Jesús, leemos en Mateo 1: 19-20 que José tuvo un sueño donde se le apareció un angel diciéndole que no tema en aceptar a Maria como su esposa. 

Cuando nace Jesucristo, en un pesebre, pastores fueron a verlo y a reconocerlo como el Salvador del mundo. A pesar de todas estas cosas que sucedían, leemos en Lucas 2:19 la reacción de Maria en su asombro de haber dado a luz a Jesucristo:


19 Pero María guardaba todas estas cosas, meditándolas en su corazón.


Podría escribir mucho acerca de todo lo que aprendí en esta clase, como pude reafirmar mi testimonio de Jesucristo como el Salvador del mundo, como mi Salvador.


Sé que Jesucristo no nos deja solos, podremos tener ángeles a nuestro alcance para acompañarnos en momentos difíciles. Jesucristo es mi ejemplo de amor y empatía



“Mis amados hermanos y hermanas, testifico de ángeles, tanto de la clase celestial como de la terrenal. Al hacerlo, testifico que Dios nunca nos deja solos, nunca nos deja sin ayuda en los desafíos que enfrentamos. “[Ni] lo hará, mientras dure el tiempo, o exista la tierra, o haya sobre la faz de ella un hombre [o mujer o niño] a quien salvar”. Elder Holland  





Comentarios

Entradas más populares de este blog

Matambre de Carne Picada (Carne Molida)

Mis hermanos

La Aprobación (Otra parte de la Codependencia)